Este fue el primer juego de ingenio que llegó a mis manos. En principio cuando me lo regalaron la verdad es que me pareció una tontería. Dos piezas de metal exactamente iguales... ¡Eso tenía que salir fácil! La realidad fue que me costó un mundo aprender a sacarlo. Quizás lo más frustrante era que SIEMPRE lograba hacerlo justo cuando estaba moviendo las piezas por inercia, sin control y obviamente sin mirar lo que mis manos hacían xD. Luego lo montaba y una vez montado... volvía a ser incapaz de volver a soltarlo jajaja.
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