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domingo, 30 de septiembre de 2018

Fuga de Colditz (Reseña)

Os confieso que hasta que me topé con este juego nunca había oído hablar ni de Colditz, ni de su serie, película, juego de mesa,... Lo gracioso es que fue verlo y... quererlo. Visualmente es un juego precioso al que encima le añadimos el hecho de que el juego original había sido creado con la ayuda de algunos de los prisioneros de la propia cárcel de Colditz ¿Problema? Que no todo lo que reluce es oro. Estamos hablando de un juego creado según la BGG entre 1972 y 1973 (Según la versión que miremos) y eso en cuanto a mecánicas puede hacer que el juego se haya quedado muy atrás con respecto a lo que ahora se considera divertido.


No puedo hablar sobre otras versiones, pero hoy nos vamos a poner en la piel de un prisionero o carcelero y veremos realmente qué tal resulta este juego a día de hoy. 

-Contenido:

Esta caja (30,6 x 30,6 x 6,4 cm) de  dimensiones bastante habituales y cómoda para acoplar junto con otras similares, tiene un arte que si bien es seriote, encaja perfectamente con el tema del juego:

  • 1 Tablero (58 x 58 cm)
  • 96 Cartas de juego
  • 56 Peones de madera
  • 2 Dados
  • 1 Libro de introducción histórica
  • 1 Libro de reglas 

-Unboxing:

"El Castillo de Colditz fue una prisión de máxima seguridad para prisioneros de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Los oficiales allí recluidos tenían en su historial repetidos intentos de fuga, así que la prisión reunía las mejores medidas de seguridad del momento para evitar que nadie escapase de ella..."



-Tutorial:

En proceso ;)
...

-Opinión:

Sabéis lo que suele ocurrir con juegos que llegan a estar descatalogados y/o se vuelven difíciles de encontrar ¿Verdad? Eso es: Que la gente los pone en un altar y empiezan a crear cierto hype de forma que parece que ese juego en cuestión es una obra de arte ¿Lo es en este caso?

A nivel de arte habrá a quien no le guste, pero a mi me encanta el diseño que tiene. Te hace sentir realmente que estás trabajando sobre un plano (ciertamente más currado que lo que tendrían los prisioneros realmente xd) para idear tus estrategias de huida o bloqueo de la prisión. Incluso los peones tienen el gusto de venir dentro de una caja (Hecha con un material de calidad muy mejorable) de la cruz roja que al parecer era la única forma en la que estos prisioneros lograban conseguir todas esas cosas que no se podían tener estando allí.

A nivel materiales diría que todos son correctos salvo para mi gusto la caja antes mencionada a la que hay que añadir que le he echado en falta un inserto para colocar los peones similar al que venía en este mismo juego pero de la casa NAC. Sé que es una pijadilla, pero al final es a lo que nos están acostumbrando las editoriales xd.

Como juego os repito y aclaro que sólo he probado esta versión de la casa Devir y por tanto no puedo hablar sobre otras versiones. Sin embargo esta sin ser un mal juego, tiene cosas que no me gustan un pelo. Por un lado llega con un reglamento que a mi personalmente me ha gustado cómo se ve (Usa tipografía de máquina de escribir), pero que no cumple con lo más importante y es que no deja claras algunas cosas. Por otro lado como jugador del bando de prisioneros los primeros turnos son psss porque sabes que el alemán no va a poder ir a por ti (Lo que le quita chicha), pero como jugador alemán es mortalmente aburrido precisamente por lo mismo: Durante los primeros turnos está jodido porque según las reglas solo puede mover sus soldados ¡Nada más! ¿Os imagináis lo aburrido del tema? Esa regla personalmente la cambiaría porque si no nadie querrá hacer de alemán o bien os terminaréis saltando la primera parte. Porque si bien es verdad que el jugador alemán en esos primeros turnos puede intentar decidir una estrategia a llevar para que no se escape nadie... también lo es que cuando uno empieza a jugar lo que quieres es marcha y este juego es como si pisase el freno a tope en ese sentido para pararlo en seco.

Por lo demás la verdad es que va bastante bien teniendo en cuenta que al final casi todo el juego se reduce a la suerte que tengas o no lanzando los dados.